La cirugía uroginecológica es una rama de la cirugía ginecológica que se enfoca en el diagnóstico y tratamiento de trastornos relacionados con el sistema urinario y el sistema reproductivo femenino. Esta especialidad se centra principalmente en abordar problemas que afectan la pelvis femenina, incluyendo la vejiga, la uretra, la vagina, el útero y otras estructuras asociadas.
Los trastornos uroginecológicos son comunes en mujeres de todas las edades y pueden causar una serie de síntomas incómodos y debilitantes. Algunos de los problemas más frecuentes que trata la cirugía uroginecológica incluyen:
Incontinencia Urinaria: Esta condición se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina, ya sea al toser, reír, estornudar o realizar actividades físicas. Puede ser causada por debilidad en los músculos del suelo pélvico o por un mal funcionamiento de la vejiga.
Prolapso de Órganos Pélvicos: El prolapso ocurre cuando uno o más órganos de la pelvis, como la vejiga, el útero o el recto, se desplazan de su posición normal y presionan contra la pared vaginal. Esto puede causar sensaciones de presión, dolor y molestias, así como dificultades en el control de la vejiga y los intestinos.
Trastornos del Suelo Pélvico: Esto incluye problemas como el síndrome de dolor pélvico crónico, que puede manifestarse como dolor persistente en la región pélvica y dificultades en las funciones urinarias y intestinales.
La cirugía uroginecológica utiliza una variedad de técnicas quirúrgicas para abordar estos problemas y mejorar la calidad de vida de las pacientes. Algunos procedimientos comunes en esta especialidad incluyen:
Cirugía de Incontinencia Urinaria: Para corregir la pérdida de orina, se pueden realizar procedimientos como la colocación de cintas o slings para dar soporte a la uretra y restaurar su función.
Cirugía de Reparación de Prolapso: En casos de prolapso de órganos pélvicos, se pueden realizar procedimientos para reposicionar los órganos afectados y reparar las estructuras de soporte debilitadas.
Reparación de Suelo Pélvico: Para abordar trastornos del suelo pélvico, se pueden realizar cirugías para fortalecer los músculos y tejidos de la pelvis, aliviar el dolor y mejorar la función.
Histerectomía: En algunos casos, se realiza una histerectomía como parte del tratamiento para afecciones uroginecológicas, especialmente si el útero está involucrado en el prolapso o en otros problemas.